Después de treinta años como compañeros en el departamento de policía de Nueva York, los condecorados detectives Turk (Robert De Niro) y Rooster (Al Pacino) no están preparados para jubilarse. Antes de que “cuelguen” sus placas son llamados para investigar el asesinato de un conocido proxeneta, que parece estar ligado a un caso resuelto por ellos en el pasado. Igual que en el crimen de entonces, la víctima es un presunto delincuente y en la escena del crimen se ha encontrado un poema de cuatro líneas que justifica el asesinato. Cuando los crímenes comienzan a sucederse, se ve con claridad que los detectives se enfrentan a un asesino cuyo objetivo son aquellos criminales que se han escabullido entre las grietas del sistema judicial. Su misión, al parecer, es llevar a cabo lo que la policía es incapaz de hacer: terminar con los culpables para siempre. La semejanza entre los recientes crímenes y el caso que los dos detectives resolvieron tiempo atrás siembra una duda preocupante: ¿metieron entre rejas a la persona equivocada?
lunes, 22 de diciembre de 2008
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